BIENVENIDOS

Es grato darse cuenta que el tiempo es el mejor parámetro que nos muestra objetivamente si lo realizado hasta ahora ha valido la pena, y afortunadamente me percato que así es, con todo y lo que ello implica, fruto del intentar, innovar, arriesgar, en pro del hacer en el espacio tributario, cavilando en un vivir para el servir, ya que en esa medida uno puede aspirar a no partir con melancolía.

Me viene a la memoria un pasaje de la obra de uno de nuestros grandes poetas y literatos mexicano Premio Nobel, Octavio Paz, en El laberinto de la soledad, expuso que una de las características de los mexicanos consistía en su gusto por la arenga fácil sin contenido, por el discurso vació, por el decir palabras y palabras, ajeno a si estas palabras estuviesen revestidas de hechos o realidades. Pues bien, esto es producto de la soledad interna, individual y cultural, aspectos enraizados en nuestra idiosincrasia, pudiendo ser que al día de hoy sea letra muerta por el tiempo transcurrido, sin embargo la realidad actual nos muestra otra cara.

Al paso del tiempo y como parte de nuestro andar en el ámbito técnico fiscal, he llegado a la conclusión que falta mucho por realizar, por ello no dejo de pensar que es fundamental que además del decir y hablar hay que crear y actuar, siendo prudente subirnos a los hombros de los maestros, aprovechar el camino por ellos andado con la esperanza de avanzar, no obstante por lo general su trabajo tristemente es desdeñado por otros, pudiendo ser este espacio, también su espacio de reencuentro, por las aportaciones de gran valía que han efectuado al área tributaria.

Realmente el objetivo de esta página es el seguir compartiendo lo que la vida me pone a disposición: el conocimiento técnico fiscal, en ocasiones tan escaso y tan condicionado por nosotros mismos derivado del miedo, la apatía y por la sumisión ante las leyes, por no permitirse comprender la esencia de las cosas; pudiendo ser malinterpretado tal objetivo, pero bueno, el escribir y el quehacer tienen sus consecuencias…

He recibo un sin fin de comentarios, los cuales agradezco infinitamente, hasta antes de esta nueva versión, quedándome con aquellos que nutren mi ser y mi espíritu, desechando los que tratan de dañar más que aportar. La critica es buena, siempre y cuando sea con argumentos técnicos y jurídicos, sin banalizar, sin personalizar, porque la única forma para avanzar en el quehacer fiscal esta en el compartir y permitir pero de manera racional, sino entonces para que tanto conocimiento.

Pues bien, Sean Todos Bienvenidos a esta página del saber, no olvidando que la verdad y el conocimiento en materia fiscal os hará libres, esperando aportar algo a la causa con el apoyo de ustedes.


Reciban un saludo fraternal.

ASM
11 de Septiembre de 2007.


lunes, 17 de septiembre de 2007

PLANEACIÓN FISCAL:

¿Qué es?, ¿Cómo? y ¿Cuándo?

En el medio profesional de la asesoría y de la consultoría fiscal, existen especulaciones entre lo que “debe ser” y el “ser” de la planeación fiscal, las cuales se originan por falta de un conocimiento preciso de la misma, afectando de manera contundente en muchas de las veces a las actividades económicas que desarrollan las organizaciones y los particulares, al pensar erróneamente que todo es factible planear, salvo el ámbito tributario, al considerar que la aportación al gasto publico es solamente una obligación sin considerar las derechos que conlleva todo relación jurídica, situación que contrasta con la visión que tienen otros países en este tipo de cuestiones, por parte del Fisco y de los contribuyentes, por ejemplo España y los Estados Unidos de América, en donde tal concepto tiene una importancia sustancial para el desarrollo de las actividades económicas.

Imaginemos a una empresa mexicana que pretenda ampliar su mercado interno e intentar posteriormente exportar, ¿lo podrá hacer sin un plan de negocios? De que lo puede hacer sin una planeación, lo puede hacer, sin embargo los resultados posiblemente no serán los más viables y su permanencia en el mercado sería no del todo estable. Algo similar sucede en el ámbito tributario, en donde la administración de las contribuciones se hace de manera aleatoria, sin planeación alguna, pero que en los últimos veinte años afortunadamente esta situación en algo ha cambiado, faltando aun mucho por hacer.

Tratando de dar argumentos, en cuanto al ser de la planeación fiscal, veamos el siguiente concepto, producto del razonamiento de un conjunto de profesionales expertos de la materia fiscal:

"La planeación fiscal es una disciplina ética, jurídica y profesionalmente aceptada, así como social y económicamente necesaria, que desarrolla alternativas para optimizar las cargas fiscales de los contribuyentes -ya sea de carácter financiero, administrativo o jurídico-, estando sujeta a la aplicación estricta de las normas fiscales y legales en lo general, así como de todas las etapas del proceso administrativo para su implementación y control."[1]

La planeación fiscal es una disciplina que consiste en la capacidad de actuar metódicamente para conseguir un fin preponderantemente económico pero también social, al proporcionar alternativas de tributación a las empresas y contribuyentes, actuando al margen de lo que las leyes permiten y omitiendo lo que las mismas prohíben, dentro de un contexto del proceso administrativo[2].

Por tanto, la planeación fiscal es una técnica porque requiere de un saber racional, es donde se combinan un conjunto de conocimientos, entre otros, económicos, financieros, de tipo constitucional, del derecho privado, de la administración de las organizaciones y del derecho fiscal, es decir, aun y cuando no posea un conjunto autónomo y propio de conocimientos, ello no le quita lo racional que todo técnica amerita; además requiere como toda técnica de un método para que tenga cabida el plan de acción, del cómo hacer planeación fiscal, el camino o caminos a seguir de forma sistemática para llegar un fin previamente planeado.

No obstante, en el campo profesional existen todavía profesionistas que aun ven a la planeación fiscal como “recetas de cocina” olvidando por completo que cualquier disciplina del conociendo implica estudio y análisis, para posteriormente implementar acciones objetivas.

Si observamos las distintas leyes fiscales que integran el sistema fiscal mexicano, veremos que existen caminos alternos de tributación, los cuales son determinados desde el momento en que se decide cómo formalizar el negocio o la actividad económica que desde el punto de vista corporativo entraña caminos alternos de tributación, por ejemplo en la Ley del Impuesto sobre la Renta, dentro del Titulo II, De las personas morales , se dan al menos cuatro caminos para tributar como persona colectiva: del régimen general, consolidación fiscal , del régimen simplificado, y de las sociedades cooperativas de producción; si el negocio o actividad económica se conduce en forma individual, acorde con la misma ley, pero en el Título IV, de las personas físicas, también proporciona otros caminos para causar el impuesto correspondiente, como son: actividades empresariales y del régimen intermedio, así como del régimen de pequeños contribuyentes; y todo ello se origina desde el momento en que se planea del cómo conducir el negocio con previa medición del impacto fiscal en el patrimonio de la empresa y del empresario (del verbo emprender), con beneficios sociales. Inclusive las nuevas leyes fiscales que entrarán en vigor en 2008, que van a regular los depósitos en efectivo y del impuesto empresarial a tasa única,
¡¡¡ también plantean altervativas de tributación ¡¡¡.

¿Del cuándo implementar Planeación fiscal? La respuesta es ahora más que nunca por la situación económica tan agravante que están pasando las empresa mexicanas, pero antes un pequeño paréntesis.

Dentro de los argumentos fundamentales que se exponen en la iniciativa turnada al Poder Legislativo por parte del Poder Ejecutivo en materia de iniciativa de reforma fiscal para entrar en vigor en 2008, entre otros resalta: La recaudación tributaria es baja, siendo en los últimos 18 años apenas de 9.5% del Producto Interno Bruto (PIB), por ejemplo, en la República Checa, la recaudación como porcentaje del PIB es de 21.6%, en Polonia de 18.8%, en Hungría de 25.7%, en Corea de 16.7% y en países latinoamericanos como Venezuela es de 21.4%, en Chile de 20.4%, en Brasil de 17.5%, en Argentina de 15.5%, en Uruguay de 18.4% y en Costa Rica de 12.3%.Ante este escenario, cerrando paréntesis, al parecer seria absurdo que las empresas implementarán acciones de planeación fiscal, al tener en México una recaudación tributaria baja en relación con el PIB apenas del 9.5%, sin embargo este argumento no tiene razón de ser porque solamente se considera a los contribuyentes cautivos, en decir, en la medida que sea mayor la base de los sujetos pasivos que paguen contribuciones este promedio tendera a crecer proporcionalmente; además el costo fiscal de cada empresa es de manera individual, considerando lo que pagan para efectos de seguridad social (IMSS e INFONAVIT), de impuestos directos e indirectos (ISR, IMPAC, IVA), y los impuestos locales (PREDIAL y NOMINAS), acorde con sus respectivas obligaciones sustantivas.

Entonces, el análisis y estudio de los costos fiscales debiera ser una labor obligatoria de los responsables de la conducción de los negocios, el cual se da desde el momento de la constitución de la ficción jurídica, pudiendo ser acorde según el acuerdo de voluntades.

En este escenario, se trata de dar el máximo de beneficios económicos y fiscales tanto a la persona moral como a los socios, siendo imprescindible la aplicación de un diagnostico, el cual forma parte de la metodología que debe estar inmersa en toda planeación fiscal, cuya relevancia desde el aspecto financiero se hace presente al través de las normas de información financiera.

Al respecto muchas empresas trasnacionales que operan en México saben de esta situación y actualmente están aplicando dicha técnica, pudiendo quedar a la deriva las empresas mexicanas, ya que si lo traducimos como parte de los costos de los productos que se ofertan en el mercado, tales bienes podrían quedar fuera del mismo por el precio, o en su caso obtener una margen de utilidad muy bajo o nulo.

CONCLUSIONES:

-Comprender qué es la planeación fiscal, el cómo implementarla y el cuándo o momento para su aplicación, son argumentos fundamentales y necesarios en este México globalizado y de tanta competencia comercial, ya que con ello se busca proporcionar una técnica administrativa que coadyuve a la competitividad y desarrollo de las empresas tanto en el país como en el extranjero.

-La planeación fiscal al ser una técnica, su esencia radica en ser un instrumento útil, requiriendo para ello una metodología para diagnosticar una situación fiscal en cada caso particular, con el fin de proporcionar caminos alternos de tributación a las empresas mexicanas.


[1] Panel organizado por la División de Investigación en Contaduría, Administración e Informática FCA-UNAM, dentro del I Foro Nacional de Investigación que se llevó a cabo del 25 al 27 de septiembre de 1996, publicado en la revista Nuevo Consultorio Fiscal, número 177, pp. 61-63.

[2] Planteamientos tomados de la tesis “PLANEACIÓN FISCAL: Realidad conceptual, económica y legal”, para obtener el grado de la Maestría en impuestos.


NOTA: El material completo de este trabajo fue publicado en la revista PAF, número 431, de la segunda quincena de septiembre de 2007.


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